Universidad de Guadalajara: Bicentenario de Cimientos, Siglo de Vanguardia y Trascendencia Nacional

La historia de la Universidad de Guadalajara no es una simple cronología de fechas

Al conmemorar más de dos siglos desde su fundación original y celebrar el centenario de su etapa moderna, la Máxima Casa de Estudios de Jalisco se reafirma no solo como la institución de educación superior más importante del Occidente de México, sino como un pilar fundamental para el desarrollo sostenible y la identidad nacional.

Un Origen Ilustre: El Cimiento Bicentenario

La primera semilla del proyecto universitario se plantó en la época virreinal, culminando con la fundación de la Real Universidad de Guadalajara en 1792. Este acto trascendental, impulsado por figuras como el obispo Fray Antonio Alcalde y Barriga, estableció un centro de saber en una región emergente, convirtiéndola en la segunda universidad más antigua de México y la decimocuarta de Iberoamérica. Esta primera etapa, marcada por las corrientes de la Ilustración y las turbulencias de la Independencia, sentó los cimientos intelectuales y humanistas que moldearían su carácter futuro.

Sin embargo, la inestabilidad política del siglo XIX obligó a la universidad a pasar por periodos de cierre y transformación, dando lugar a diversas instituciones educativas, como el Instituto de Ciencias. Esta intermitencia reflejó la lucha por establecer un modelo de educación acorde a las necesidades de una nación en construcción.

El Renacimiento de 1925: Un Siglo de Modernidad

El verdadero hito que hoy celebramos es la refundación de 1925. Tras décadas de ausencia, la Universidad de Guadalajara fue reinstaurada por el entonces gobernador José Guadalupe Zuno, en un momento crucial para la consolidación del Estado posrevolucionario. Esta etapa moderna, liderada por su primer rector, Enrique Díaz de León, abrazó la filosofía de la educación popular, laica y con un profundo compromiso social. El lema que desde entonces guía su quehacer, “Piensa y Trabaja”, encapsula perfectamente esta dualidad: la reflexión académica rigurosa debe ir de la mano de la acción y el servicio a la comunidad.

El siglo transcurrido desde 1925 ha sido de crecimiento exponencial y consolidación institucional. La UdeG se transformó de una universidad centralizada a una vasta Red Universitaria, una de las estructuras educativas más innovadoras y exitosas de México.